sábado, 22 de diciembre de 2012


a la duda llegué
de cualquier forma
con los cordones a medio atar
no sé si tú te acuerdas
o si supiste acaso mirar
en los ojos del niño
el mundo enorme
impresionante
aterrador
que dibujabas
tus manos en mi pelo
y todos los peligros
haciendo cola
desde los bordes de la colcha
por donde se despeñaban los atrevidos
con sus coches descapotables
y el Verne delicado
espantaba los ruidos de la calle
hasta más allá del último escalón
en la guagua del colegio
atado al primer asiento
ignorante
las preguntas escapando calladas
por los ojos del niño
disimulando
dejándose hacer
como el barro entre unas manos inexpertas
y aquí sigue
la duda
navegando sobre la piel seca
cayendo a pedazos a cada paso
hasta que cualquier día de estos
amanezca desnudo
otra vez
la realidad enfrente
y ya sea tarde
para empezar a crecer