a la duda llegué
de cualquier forma
con los cordones a medio
atar
no sé si tú te acuerdas
o si supiste acaso mirar
en los ojos del niño
el mundo enorme
impresionante
aterrador
que dibujabas
tus manos en mi pelo
y todos los peligros
haciendo cola
desde los bordes de la
colcha
por donde se despeñaban
los atrevidos
con sus coches
descapotables
y el Verne delicado
espantaba los ruidos de la
calle
hasta más allá del último
escalón
en la guagua del colegio
atado al primer asiento
ignorante
las preguntas escapando
calladas
por los ojos del niño
disimulando
dejándose hacer
como el barro entre unas
manos inexpertas
y aquí sigue
la duda
navegando sobre la piel
seca
cayendo a pedazos a cada
paso
hasta que cualquier día de
estos
amanezca desnudo
otra vez
la realidad enfrente
y ya sea tarde
para empezar a crecer