la voz quebrada viaja
por encima de las siete cabezas
y todas las demás van y vienen y
venimos
con el nombre en la mano de pedir
el alma tatuada en blanco
para que escribas la dedicatoria
y yo, no sé si vas a creerme,
no necesito cruzar a nado una mesa
llegar exhausto a la primera página
o dejarme las huellas dactilares
dentro de una botella
me basta con que me dejes volar cada
vez
pegado a los silencios de tu voz
quebrada
y abrir la mano con mi nombre
para que me lo escribas junto al tuyo
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