jueves, 20 de junio de 2013

hoy que es un día cualquiera
en este invierno que no cesa
con el mar aquí al lado y tan lejos
con el mar a un paso y tan lejano
con este mar por todas partes
con tanto mar que no termina
hoy, un día como el resto de los días
en este invierno inacabado
con las calles que parecen vacías
con las calles vestidas de silencios
con tanta y tanta calle solitaria
con estas calles que se callan
hoy
hoy que es un día cualquiera
un día como el resto de los días
hoy puede ser un buen día
para dejar escrita una última palabra

sábado, 30 de marzo de 2013


uno lee un uno en un poema
y se sienta a pensar en la persona
en sus tiempos verbales
en sus levitaciones subjuntivas
en su sillón difuso sus colillas
humeando las paredes
del cuarto de aquel uno

uno es un yo cualquiera
pero no yo ahora mismo
uno es otro yo distinto
desvestido
desfigurado el rostro
elevado al cubo de lo impreciso

uno quisiera alguna vez
entregar una carta cerrada
a ese otro uno tan lejano
y concertar una cita
para charlar un rato
los unos sin los otros

martes, 26 de marzo de 2013


permite que me pierda
unos segundos de nada
mirando para adentro
ahora no me interesa
el pétalo enredado en tu cabello
la gota de rocío en tu mejilla
ni el aire a bienvenida de tu boca
ahora resuena un relámpago en mi pecho
la lluvia me ha empapado la camisa
y hay terremotos constantes en mis piernas
debo agarrarme al suelo
si no te importa
mientras el temporal amaina
y no puedo permitirme
entiéndeme
dejarme adormecer
por la noche cerrada
de tus ojos negros
y continuar la pesadilla

viernes, 11 de enero de 2013


algunas veces basta una flor seca
o un callejón a oscuras sin salida
dejar que llueva en el reloj de arena
o encontrar un zapato perdido en una fiesta
algunas veces basta con esconder la luna
pintando de locura los cristales
arrancar los pétalos de los tejados
o echar a volar agitando los dedos
algunas veces hay que cerrar los ojos
y andar tanteando las paredes
para probar después el sabor de las pintadas
algunas veces basta con callar la boca
al final de cada interrogatorio
clavar la vista en los barrotes de la celda
y hacer como si la cabeza estuviera
fabricando una idea prodigiosa