martes, 26 de marzo de 2013


permite que me pierda
unos segundos de nada
mirando para adentro
ahora no me interesa
el pétalo enredado en tu cabello
la gota de rocío en tu mejilla
ni el aire a bienvenida de tu boca
ahora resuena un relámpago en mi pecho
la lluvia me ha empapado la camisa
y hay terremotos constantes en mis piernas
debo agarrarme al suelo
si no te importa
mientras el temporal amaina
y no puedo permitirme
entiéndeme
dejarme adormecer
por la noche cerrada
de tus ojos negros
y continuar la pesadilla

4 comentarios:

  1. Mejor cortar a tiempo y esperar a que el temporal amaine. Las pesadillas bien lejos...
    Me gusta mucho este poema, Jaime. Cuánto me dice, poeta.
    Un beso bien besado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Malena. Este me ha gustado hasta a mí, que ya es difícil...
      Otro beso para ti, de esos bien besados, que deben sonar de maravilla.

      Eliminar
  2. Dices mucho y lo dices de una manera profunda y hermosa, incluso con una belleza que roza lo terrible que tiene el apartar, al menos de momento, aquello que amamos para centrarnos en otra faceta que en este instante nos parece más principal, otro asunto quizás o el mismo pero visto como un desgarro que hay que remendar.

    Ya sabes, porque supongo que lo sabes, que te aprecio... y mucho, lástima de mi pereza crónica para visitarte más a menudo, lástima de mi prudencia enfermiza por no molestarte con mis incursiones.

    Un abrazo, mi amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú sabes que también tienes mi aprecio y que no molestas nunca, que puedes pasar y decir cuánto y cómo quieras. Esa crónica pereza es compartida, así que, al menos en ese asunto, sabemos de lo que hablamos.

      Te agradezco mucho tu visita y ese comentario a estas pequeñas letras que probablemente no merezca.

      Un fuerte abrazo, Jota.

      Eliminar