domingo, 10 de abril de 2011

Submundo.


Déjame en mi burbuja solitaria
en el mercado diminuto de mis domingos
aquí donde se envuelven los silencios
en papel de regalo

déjame ser la pieza que sobra al puzzle
aquella que no encaja en ningún juego
perdida en una caja de la infancia
cuando los reglamentos son caramelos

déjame abotonarme en el ojal de arriba
guardar el cinturón en el bolsillo
romper al pantalón la cremallera
y sacar los dedos entre los agujeros
de mis calcetines viejos

déjame arrancar la última página de las novelas
para guardarlas frescas en la nevera
y déjame arrojar por el balcón, al viento,
las palabras del resto, recortadas,
junto a mis versos rotos sin finales

déjame con mis vidas desordenadas
márchate ahora y déjame aquí solo
y no cierres la puerta cuando salgas
por si hace frío.

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