miércoles, 21 de septiembre de 2011

El otro.

El monstruo ha estado a punto de salir
ha asomado la cara deformada por las apreturas
que dentro se está estrecho y no sale el sol
por las noches entre los sueños sólo grita
a la conciencia dormida
cansada de poner orden en las rutinas,
esta sonrisa es para las mañanas
mientras te lavas los dientes en pleno ensayo
este apretón de manos, sécate el sudor antes
que no se note la incomodidad
las ganas de salir corriendo
que el monstruo acecha mirando por tus ojos
esos ojitos que no lloran en público
aunque piquen
“que debo estar con la alergia o algo”
la lengua guardada tras los labios
cierra esa bocaza que no tienes nada bonito que decir
y el monstruo siempre tiene hambre
de carne, de viento al que gritarle
de dioses a los que escupirle
de idiotas de los que reírse
y sácate la mano del bolsillo
no mees en público
baja la mirada que esos cuerpos no son tuyos
que no son para tocarlos con tus manos limpias
oliendo a jabón
que también son mis manos
cuando no me miras
y salgo y no te das cuenta
y ando por tus versos haciéndote creer
que me tienes a raya
cuando eres tú quien está preso.

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