viernes, 9 de marzo de 2012


después de arrancarnos las alas a mordiscos
y que el mundo gigante nos adopte ahora
seremos devorados por una boca de asfalto
como minúsculos puntos blancos en las flechas
desde ambos lados del  horizonte discontinuo

se irán alejando para siempre las señales
huyendo a la deriva hacia un destino opuesto
y asomaremos la memoria por las ventanas
para que el viento despeine los recuerdos

4 comentarios:

  1. que cosas más lindas escribe Jaime. Eso es poesía y no las que escribimos algunos allí, yo ni lo intenté, si acaso relaté.
    Veo siempre tu blog y no te puedes hacer una idea de lo que me gusta.

    Un abrazo grande de abuelita

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    1. A mí lo que me gusta es saber que te pasas de vez en cuando por aquí y "golisnias" un poquillo, y si encima te gusta lo que lees, pues mucho mejor, pero "allí", tú, yo y todos los demás lo hacemos lo mejor que sabemos y disfrutamos mientras aprendemos, que es de lo que se trata. Tus historias, por ejemplo, a mí me parecen espectaculares.

      Te debo un beso de nieto crecidito. Nos lo cobramos el lunes, si eso.

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  2. Los maremagnos de acero y de cristal, la mecánica y la física hecha estandarte o polígono industrial o humareda que nos asfixia, todo nos excluye, nos aparta del paisaje como con nuestro consentimiento robándonos la identidad, después no nos quedará nada sino el resquemor de lo perdido.

    Lo tuyo es el ritmo interno, la metáfora surrealista, el mensaje hiriente que se adhiere a la garganta con el ánimo de dejar un nudo.

    Gracias, compañero.

    Un abrazo.

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  3. Otro lujo la deriva que nos regalas.
    Dicen que la memoria es nuestro verdadero hogar de donde no nos pueden expulsar y a donde volvemos siempre.

    Me lo apuntas en "me encanta" y añado un nuevo grupo de "para releer".

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