miércoles, 7 de marzo de 2012

los peces ahogándose en la orilla
y tú escribiéndole al amor
tus versos a punto de nieve
relamiéndote el poema
silbándole a la vida
como quien no quiere la cosa
después de barrer los cadáveres
debajo de la alfombra
y fregar los restos de sangre
del mediodía

3 comentarios:

  1. Dicen que el diablo es más diablo cuando se presenta respetable.Ya si es limpio, como en este caso, pues todo un detalle. Sigo acumulando en los "me encanta".

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    1. Gracias, Mercedes, por pasarte a leer y comentar y por los "encantamientos"... ;)

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  2. En ocasiones, amigo, hay que dejar las catástrofes y las demás calamidades guardadas en el subconsciente, incluso no nos queda otra que hacerlas invisibles ante nuestros ojos al menos durante unos instantes para poder subsistir y dedicarnos a lo banal, a lo secundario, como hablábamos en otro sitio, a divagar sobre los nenúfares y las calandrias.

    Desde luego tu poema no sólo lleva una sonoridad íntima y tan bella que impacta sino que el mensaje es rotundo y claro.

    Yo personalmente te agradezco que compartas tu obra, compañero.

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