El alma ha muerto
entre las telarañas
de las ideologías
el ángel de la guarda
anidado en un hostal
de mala muerte
la carne, las alas
y un fajo de billetes
en el sostén
hay muerte
a un paso de la vida
tras las cortinas
del amor en venta
cabalga al ángel destronado
y llénate tus uñas con su sangre
que griten de dolor
sus ojos encharcados
araña el rostro viejo
y decadente
con tus rezos blasfemos
y huye rodando
en la botella
noche
que el alma ha muerto
ahogada
entre telarañas.