miércoles, 2 de febrero de 2011

De madrugada.


Hay un limbo solitario y silencioso
en el insomnio oscuro de la noche,
un leve rumor
de risa negra.

Vive un psicópata de ojos vencidos
que arrulla letras bajo la luz de un flexo,
un cenicero 
de muerte inesperada
una botella seca entre los libros,
una piel sin abrigo, 
unos labios sin lluvia,
un abrazo olvidado bajo una manta vieja.

Queda la vida que muere 
antes de la mañana
entre los versos negros de un canto a la nada,
un hilo maldito 
para tejer disfraces,
un montón de caretas 
con la risa fingida
para mentir al sol
en la ventana.

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