miércoles, 2 de febrero de 2011

De usar y tirar.


Salgo de casa envasado al vacío,
con la fecha de caducidad impresa
en un lugar inconfesable,
cerrado, hermético, impoluto,
después del rutinario control de calidad.

Soy un producto de consumo desechable.
Puedes abandonarme en el contenedor
azul
antes de que el sol despierte los latidos.

Amor de cartel
sonrisa de temporada
anuncio trampa
producto indispensable en tu mesa
en tu sofá
en tu cama
consumiéndome
dispuesto para el reciclaje.

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